Que somos como el mar, a veces existe un fuerte oleaje, pero siempre, y fíjate que digo siempre, debajo de esos rugidos, de esas olas incontroladas, existe la tranquilidad, sólo hay que bajar, atravesar la superficie…y encontrarás la calma. No siempre es fácil, pero es una aventura que bien merece la pena.
Me ofrezco a acompañarte en tu proceso, a compartir tus angustias, tus sueños, tus temores, tus lágrimas…en definitiva a ayudarte a comprender los procesos por los que estás pasando y a pesar de tu voluntad no logras entender. A veces creemos que solos podremos con TODO y nos cuesta tanto pedir ayuda en estos días en los que la eficiencia, la independencia, la autonomía, la individualidad están al alza. Nos cuesta otorgarnos ese derecho al “no puedo más” y reconocer que necesitamos ayuda, tenemos tan interiorizado eso del “cada uno tiene la vida que quiere”…pero bastante héroes y heroínas somos al llevar la vida que podemos…
Pero sí es nuestra absoluta responsabilidad saber con qué recursos contamos, qué puedo hacer para vivir mi vida de la mejor manera posible, liberarme de todas las cargas sociales, culturales, ancestrales que no son mías, darme cuenta de las que sí lo son e ir quitando capas y capas hasta llegar a nuestra verdadera y genuina esencia y brillar como seres únicos que somos. Dejar de imitar falsos modelos que nos han vendido y comprender que la realidad se basa en creencias, y las creencias más fiables son las que se forman a partir de aquello que experimentamos por nosotros/as mismos/as. No les demos por más tiempo ese poder a cualquier organismo, religión, sociedad o cultura ajena a nosotros mismos.

Es una renovación de nosotros mismos, seguir profundizando en quiénes somos, seguir comprendiendo por qué actuamos de determinada manera y que podemos seguir creciendo…
En este espacio que te ofrezco para ser quien verdaderamente eres, trabajo:
Los dolores emocionales, del alma, que la ciencia ha dado a conocer como:
Depresión
Ansiedad
Fobias
Te acompaño en momentos de crisis (espiritual, de identidad, profesional, laboral, de pareja…) sumergiéndote en el momento presente, considerando todos los factores, para que desde la calma y ante el paisaje ya sereno, puedas tomar decisiones.
Para mí como para muchas otras personas la vida es un viaje y lo importante no es llegar rápido ni en línea recta, si no desde la calma, disfrutando los paisajes y todo aquello que encuentres a tu paso. Lo más probable es que muchas veces tengas que alejarte del camino marcado y adentrarte en tus propias sendas que no estaban señalizadas, esto no lo vivas como una pérdida de tiempo porque realmente es lo que lo va a enriquecer, lo va a hacer tuyo y cuando recuerdes tu viaje, es lo que lo hará especial. No maldigas lo que a simple vista parecen contratiempos, aprende de ellos, es lo que le dará color a tu experiencia.
Feliz viaje…